Alicia Douvall, convertida en
la mujer más operada del mundo, se ha lamentado de que debido a las tantas
intervenciones estéticas en su cara, no puede ni sonreírle a su bebé. La
ex-modelo de 34 años, que comenzó a retocarse cuando era una adolescente, ha
comparado a los médicos que la han desfigurado, con los que agreden a las
mujeres con ácido, pero estos "visten batas blancas".
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